"Una clara señal de alarma": la Cámara de Comercio de Viena aboga por normas más estrictas para el comercio electrónico.

El comercio en línea está en auge, pero también aumenta la preocupación por los proveedores asiáticos que eluden las normas de seguridad. La Cámara de Comercio de Viena exige regulaciones más estrictas y mayor concienciación entre los consumidores.
La creciente influencia de plataformas de descuento asiáticas como Temu, Shein o AliExpress preocupa cada vez más al comercio local. Un estudio reciente del Instituto de Economía de Austria, encargado por la Cámara de Comercio de Viena, muestra que el 42 % de los vieneses realizó pedidos a un proveedor chino el año pasado.
Según Margarete Gumprecht, presidenta de la división comercial de la Cámara de Comercio de Viena, el 65 % de los aproximadamente dos mil millones de euros gastados en línea el año pasado se destinó a proveedores extranjeros. «Cada paquete que llega del extranjero también supone una oportunidad perdida para nuestros minoristas locales», advierte Gumprecht. Las consecuencias son graves: menor creación de valor, puestos de trabajo en peligro y disminución de la recaudación fiscal.
Temu lidera con una cuota de usuario del 31 %, por delante de Shein (20 %), AliExpress (13 %) y Wish (10 %). El sector de la ropa y los accesorios se ve especialmente afectado. Sin embargo, cada vez se piden más muebles, libros e incluso comida en línea. Esta tendencia afecta especialmente al público joven, y la publicidad agresiva en redes sociales refuerza aún más este desarrollo.
Muchos de los productos ofrecidos a través de estas plataformas no cumplen con las normas de seguridad europeas, según la Cámara de Comercio. Las devoluciones suelen ser costosas o incluso imposibles. El resultado: muchos artículos acaban directamente en la basura, lo que genera miles de toneladas de residuos adicionales al año.
Gumprecht enfatiza: «Lo que a primera vista parece una ganga, a la larga puede acarrear altos costos para los consumidores, el medio ambiente y la sociedad». Los bajos precios suelen deberse al envío directo sin almacenamiento intermedio europeo, con largos plazos de entrega y escasa protección del consumidor.
Insta a los consumidores a preferir a los proveedores regionales: «El comercio nacional es sinónimo de calidad, condiciones justas y transparencia». Quienes compran localmente no solo fortalecen la economía, sino que también se benefician de la seguridad comprobada de los productos y del asesoramiento personalizado.
El representante comercial exige medidas políticas concretas: además de la abolición del límite de exención aduanera de la UE de 150 euros, se necesitan normas de seguridad uniformes y obligaciones de información para los mercados en línea extranjeros. «Quien quiera vender en Europa también debe cumplir con las normas europeas», afirma Gumprecht.
Se muestra especialmente crítica con las ventas de alimentos planeadas por Temu. «Si plataformas que ya se destacan por sus productos químicos peligrosos en textiles ahora también se aventuran en el sector alimentario, es una clara señal de alarma». Se necesitan urgentemente requisitos legales claros para proteger a los consumidores.
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